Nuestra historia
Dada. Es la delicadeza y frescura de los perfumes de viaje, la elegancia de los hoteles más modernos y un homenaje poético a nuestros destinos favoritos.
Dada. Es un nombre tierno que significa "abuelo" en dialecto argelino, directamente relacionado con las emociones familiares. Argelia, pero también México, Italia, Marruecos, París, tantos paisajes y ciudades cosmopolitas que nos han alimentado.
Dada. Es un lenguaje olfativo audaz a través del cual expresar la personalidad más allá de los códigos, para explorar horizontes que son a la vez simples y emocionantes.
Nuestros valores
Nuestra inspiración
Dada es más que sólo un nombre; representa un homenaje profundamente personal y afectuoso del fundador a su padre, apodado “Dada”. Este patriarca tiene casi un siglo y los valores que encarna están en el corazón de la identidad de Dada Paris Parfums. Las cualidades de su padre: carismático, cautivador, generoso, cosmopolita y libre, son las que la marca quiere compartir. Dada Paris Parfums aspira a ofrecer perfumes de lujo sin dejar de ser cálidos e inclusivos, permitiendo a todos encontrar una fragancia que les hable y los acompañe en sus preciosos momentos de escape.
¿Y por qué París?
París es mucho más que un lugar; es un ícono mundial de la moda, el lujo, la perfumería y el refinamiento. Para la fundadora, París es también una ciudad del corazón, un lugar que siempre la ha inspirado con su rica historia y su atmósfera única. Al integrar “Paris” en la marca, Dada Paris Parfums se alinea con los valores de elegancia, creatividad y calidad incomparable que representa la capital francesa. París es una fuente inagotable de inspiración, un símbolo de elegancia atemporal, donde cada rincón cuenta una historia de cultura y arte. La Ciudad de la Luz inspira al mundo entero, y la marca quiere reflejar esa esencia de sofisticación y belleza en cada uno de sus productos.
Embalaje único
La forma circular de las cajas evoca las icónicas sombrereras de las grandes casas parisinas, simbolizando la elegancia y la herencia de la alta costura parisina. El blanco, por otro lado, representa una página en blanco de un diario de viaje, que invita a nuevas aventuras y experiencias. Es un símbolo de pureza y posibilidad, que inspira a todos a profundizar en su propia historia olfativa. La línea dorada que adorna el envase rinde homenaje a la ciudad natal del diseñador, recordando el dorado del Palacio de Versalles. Encapsula la riqueza cultural e histórica de Francia, añadiendo un toque de lujo y sofisticación.